Quien sabe del dolor…

Quién sabe del dolor, geraniotodo lo sabe.  Nada más verídico que esta expresión, hay que haber vivido mucho en el pesar, para haber obtenido sabiduria y experiencia.

Aún podemos añadir, que luego de haber sufrido, podremos realmente valorar la felicidad y sentirnos cómodos en la tranquilidad.  La vida no es del todo alegría, como gracias a Dios, tampoco es total infelicidad, pero sin duda, de todo aprendemos, y el mejor maestro aunque en su momento nos haga padecer, será siempre el dolor que podamos sentir.

Nos duelen las pérdidas, nos duelen los fracasos, nos duelen las carencias, pero aunque luego el corazón se fortalece, la tempestad pasa y la vida sigue su curso, el dolor nos hace medir y apreciar más, lo que es bueno, porque de qué otra manera ¿podríamos disfrutar la felicidad?, sino sabemos ¿cómo es cuando no la tenemos?.

Y sobretodo, esas cosas que por momentos nos han parecido imposible, se nos vuelven más queridas, las valoramos más, nos sentimos más agradecidos, cuando luego del dolor podemos sentirnos confortados, ¿o no?

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