Cuando cada día debemos sentirnos alarmados, por el grave peligro que corren millones de niños en el mundo, a merced de también millones de pederastas que deambulan por ahí, sin que nadie sepa de su obscuro secreto, sin duda que nos sentimos más confiados de resguardar a los niños de la vista de aquellos depedradores que pudieran dañarles y sobretodo de evitar que se vean expuestos a la objetización de la que han sido, tristemente es la realidad millones de niños, explotados en miles de maneras en deterioro de su salud física y mental.
Pero debemos sentirnos aún más alarmados, ante la exposición de una niña que sin duda acarreará muchos negativos comentarios y que se torna en una situación preocupante tanto que los organismos de derechos de Brazil ya han intervenido ante el juez para detener la intención, poco sensata del padre de la niña director de un grupo de samba, de permitir que su hija de 7 años participe en el Carnaval, mundialmente famoso y ligado que también hay que mencionarlo, a la sensualidad y el desenfreno de días de baile, y libertad que todos sabemos imperan en el hermoso país sudaméricano, en los días en que el país se detiene para celebrar el carnaval más famoso del mundo.
Miles de bailarines de las famosas escuelas de samba se unen en un carnaval hermoso es cierto, en donde las mujeres hermosas morenas de Brazil semidesnudas no faltan, pero pensarse que una niña, por mucha tradición que sea el Carnaval sea exhibida en una celebración que debemos considerar adulta, y expuesta a la mirada de todos como se exponen las mujeres adultas, de verdad que es para emitir un grito de alarma. Un padre que permite tal, quizá ha olvidado por su apasionamiento por el carnaval su deber de proteger a su hija, y sobretodo los garantes de la ley, deben impedir tal exposición infantil poco recomendable para la niña en particular y para todo el conglomerado de niños en general.
Ya los internautas de la prestigiosa BBC Mundo han vertido sus opiniones sobre el daño que la permisividad puede causar a los niños en un ambiente de todos conocido muy adulto por mucho folcklorico que a algunos parezca, pedimos que las autoridades controlen los riesgos que corren los niños, nos exhaltamos cuando las mismas autoridades no logran evitar verguenzas de nuestras sociedades como el turismo sexual infantil pero nos quedamos tranquilos cuando cosas como éstas ocurren, los niños son niños y como tales deben vivir la infancia y no deben ser involucrados en actividades de adultos, por mucho baile que la samba sea. Ya veremos qué rumbo toma esta situación de la designación de una pequeña reina de carnaval de 7 años, Julia Lira cuya imágen desborda ya los diarios e internet.
