Llegado el invierno el pelo puede resecarse tanto o más que cuando vivimos los días más cálidos del verano. No hace falta solo sumergirse en las saladas aguas del mar o dejarlo estar en el cloro de las piscinas, el pelo se reseca por tantos factores.
Lo más importante es no abandonar su cuidado, aunque sea invierno o verano. Hidratarlo debe ser una constante en nuestra rutina diaria de belleza.
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Hay que utilizar el champoo especialmente diseñado para el efecto, prueba con cada uno hasta encontrar el que se adapte y de mejores resultados en tu cabello.
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No peines el cabello mojado porque siempre se daña, hay que darle su tiempo para desenredar y peinar.
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Aplica dos veces por semana la mezcla de un aguacate maduro y una cucharadita de aceite de oliva, dejando estar sobre el cuero cabelludo y tu pelo durante unos 20 minutos, luego lavar con agua tibia. Esto recupera los aceites naturales perdidos por el pelo y contribuye a recuperar su brillo natural.
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Hay que tomar muchos alimentos que ayudan al crecimiento y salud del pelo, como el atún cuyas propiedades se evidencian con un consumo constante.
Protege tu pelo de los factores ambientales en el invierno como lo haces en verano. La belleza no debe sacrificarse, cuando sales a la calle y las ventiscas no se hacen esperar, usa gorritos femeninos y vistosos y lleva siempre en el extremo sol lo mismo que en la suave lluvia una sombrilla para ayudarlo a proteger. El enmarca tu rostro merece ser tratado con cariño.
