nada como ocuparse a conciencia de él, ésto quiere decir tomarse tiempo para darle el cuidado que requiere. Nada de prisas, que peinarlo a la ligera, solo lo deteriora.
Los contaminantes y la edad, influyen en el brillo y en el volumen. Así que usar acondicionador religiosamente, y aplicarlo sobre el cuero cabelludo, frotando suavemente.
Secar preferentemente con la toalla, que el secador, lo agrieta y provoca su caída; peinarlo con el cepillo adecuado al tipo de cabello y siempre en sentido contrario al crecimiento.
La imágen «Dama con armiño» de Leonardo Da Vinci (Florencia 1452-1519)