El negociar un aumento de sueldo siempre resulta tarea ardua. Lo mismo puede resultarte en algo ventajoso como en algo totalmente nocivo para tu trabajo. Conviene entonces prepararse bien y tener en cuenta aspectos importantes, que no deben pasarse en alto, porque el pedir el aumento es, una negociación.
Lo básico es dirigirse a quien realmente toma la decisión, claro en el debido orden jerárquico, pues si ignoras a alguien puedes perjudicarte. La negociación debe ser en un trato profesional y frío, nada de emociones que puedan dejarte en mala posición, que se interpreten como chantaje. Ante todo una negociación profesional, honesta y amable.
No te olvides que el aumento de sueldo, puede no ser solo recibir una sustancial suma al sueldo actual, puede ser obtener en dado caso algunos beneficios, que van dependiendo de la política y situación económica de la empresa.
Lo importante es prepararse bien en la negociación. Mantener una actitud de seguridad ante el patrono. Mostrar objetivamente las cualidades de tu trabajo y tu desempeño, de tal manera que quede claro, cuan merecedor es tu puesto de una revisión salarial, para que tu jefe no piense que aumentarte es un gasto, sino una inversión.
Para ello lo dicho, una actitud honesta, profesional y madura. Nada de exigencias, reproches, reclamos, chantajes ni demás. Una buena negociación permitirá un aumento en la medida de las posibilidades de la empresa, ten muy en cuenta ésto, y dejará a ambas partes satisfechas.
La imágen, Jacqueline con Flores de Pablo Picasso.