Estudios médicos realizados durante las últimas décadas, han confirmado diagnósticos de mucho tiempo, las madres primerizas que son muy jóvenes en el momento del parto, corren mayores peligros que las mujeres jóvenes en edad de procrear que concibieron. No es que las más jóvenes estén incapacitadas o algo para tener niños, nada de eso!
Psicológicamente los médicos recomiendan que una mujer se prepare a concebir entre los 25 y los 30 años de edad, para entonces se encuentra en una fase madura de su desarrollo mental y está más que lista para asumir los retos de la maternidad. Ya habrá terminado algún estudio, quizá habrá accedido a la universidad y formó una pareja sentimental estable. La experiencia muestra mujeres jóvenes que en esa edad se embarazaron con la debida antelación y reflexión.
Las mujeres muy jóvenes al momento de embarazarse, enfrentan mayores retos en la vida. Quizá deberán salir adelante con sus hijos solas, lo que se convierte en estrés y una carga emocional que además de la que se deviene de los cambios hormonales que influyen en su humor resultan en un estado que puede tener a la depresión. Las más jóvenes con sus excepciones claro, habrán embarazado sin buscarlo y muchas dejarán de lado algunos planes profesionales y estudiantiles por el recién nacido, lo que repercutirá en su autoestima y tendrá su cuota de frustración.
El cuerpo de una mujer demasiado jóven al momento de concebir, aún está enfrentando cambios que el organismo necesita en el camino a la adultez y el embarazo trae cambios constantes a un cuerpo que no volverá a ser el mismo luego de alojar otra personita. En los países subdesarrollados en donde las mujeres muy jóvenes casi niñas se embarazan más a menudo y rápido el número de muertes aumenta cada día, por casos sin control prenatal, por complicaciones en el parto y por abortos intencionales o no.
Lo importante es, planear los hijos a tener, acceder a los chequeos médicos si hay deseo de utilizar métodos de anticoncepción y sobretodo, asumirse que a partir de la concepción hay que pensar en los cuidados que demanda la madre como el niño, no es que deba ocuparse la mujer de su cuerpo y su salud hasta el momento del parto y tampoco es que el niño no necesita control prenatal sino hasta el momento del nacimiento!
Desde que aparece el embarazo hasta el primer año de vida, tanto madre como hijo deben ser monitoreados por el médico, lo que evita los riesgos de muertes innecesarias en muchos casos.
Este es un post informativo el médico es el indicado para diagnosticar y tratar condiciones de salud.
