El trabajo infantil

El trabajo constituye una forma de progresar en la vida, honra y dignifica, no hay trabajo malo, claro que hablo del trabajo lícito.  Igualmente al oir la palabra “trabajo” pensamos en adultos realizando labores de acuerdo a sus destrezas y conocimientos, en un ambiente armonioso y digno, por una remuneración justa y equitativa.  

Pero hoy no pienso en el trabajo de los adultos, todos tenemos que trabajar o al menos necesitamos, para nuestra subsistencia y algunos pocos trabajaran por puro amor al arte! bienaventurados aquellos.   Hoy pienso en el trabajo infantil, una verguenza para todos, involucrados o no, ésto nos hace sentirnos mal, a mi personalmente me llenan  de tristeza,  las cifras alarmantes que las organizaciones mundiales informan al respecto.

200 millones de niños en el mundo trabajan como si fueran adultos, según la Organización Internacional del Trabajo,  casi las tres cuartas partes de esos niños, son explotados en las peores maneras, explotación sexual, conflictos armados, tráfico de personas, exclavitud y trabajos peligrosos, a pesar de que la Organización mantiene programas en 75 paises del mundo, para promover la concientización de la gente y erradicar esta forma de violación de los derechos de los niños.Millones he dicho ya, son los niños que contribuyen en esta forma al sostenimiento de sus familias, sometidos a vejaciones y malos tratos, a tareas que en nada corresponden a las de su edad, dejan de recibir educación, manteniéndose sin esperanzas de un mejor futuro, en los mismos niveles de pobreza,  para ellos y las generaciones inmediatas.  Una infancia robada, y una vida en la que se ha renunciado a los sueños.

Las esperanzas de la ONU con respecto al problema del trabajo infantil, son claras, concientizar y apoyar programas de educación y formación, porque solo la educación logrará aportar mejoras para erradicar el trabajo infantil, y la meta según el Programa Permanente para la Erradicación del Trabajo infantil es, un mundo en el que ningun niño o niña se vean forzados al trabajo que va en detrimiento de su desarrollo y su salud y aún de su futuro.

Una labor ardua y muy loable, que ojalá con la próxima celebración el 12 de junio del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, halle eco en la conciencia de todos y más aún de aquellos que gobiernan para elevar el acceso a la educación de los niños, que permitirá que desaparezca el trabajo infantil, porque estos niños de hoy son el futuro, y sin hacer algo realmente por acabar con esta situación, el futuro se vislumbra muy triste.

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