El estereotipo de mujer en las publicidades: ¿machismo en el Siglo XXI?

Día tras día, noche tras noche. A cada momento los espacios publicitarios de la tv, la radio, los periódicos, muestran la misma imagen.

En todas y cada una de las propagandas donde el objetivo es promocionar un artículo femenino, vemos a una mujer débil, indefensa, y hasta tonta, totalmente incapaz de resolver sus problemas por sus propios medios, que es rescatada heroicamente por un hombre valiente, bien parecido, un macho capaz de controlar la situación en tan sólo un segundo.

Así es posible reconocer varios simples ejemplos: ¿quién no ha visto alguna vez a Ricardo Montaner, o al cantante Axel, enamorar con sus temas y traer la solución de la blancura perfecta a las pobres mujeres que no han logrado sacar “esa” mancha difícil de su camisa preferida?

¿O acaso no tuvieron la oportunidad de “deleitarse” con la descripción de los diferentes estados de ánimo que según Days recorre la mujer durante su período, para los cuales las mejores soluciones son el chocolate o los salvadores mimos de su pareja (¿y si la pobre mujer no tiene novio que hace?¿asalta la central de chocolates de Arcor?)?.

Todas estas publicidades dan cuenta de un marcado pensamiento aún vigente en las sociedades actuales, a pesar de que las nuevas condiciones laborales hayan brindado las condiciones necesarias para que las mujeres dejaran la cocina y se sentaran detrás de los escritorios.

Aunque el “sexo débil” haya demostrado que es capaz de imponer grandes cambios y lograr grandes cosas en el mercado laboral, para los hombres (y los publicistas que pretenden de una forma totalmente cliché posicionar los productos femeninos o del hogar) el orden social no ha cambiado.

Llevémoslo a otro ejemplo bastante interesante, a un interrogante bastante particular: ¿Por qué en el momento de casarse la mujer pasa a ser llamada “la señora de”?¿desde ese momento la mujer acepta convertirse en “propiedad privada” del hombre?.

Estos, y muchos más, son ejemplos vivientes de que el machismo sigue presente aún en el siglo XXI. ¿Cuántos siglos habrá que esperar para erradicarlo definitivamente?.

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