A menos que se den un paseo por la sala del cirujano plástico, toda mujer debe aceptar que el paso del tiempo y la gravedad harán su trabajo aflojando músculos, a lo que sin duda también contribuye la maternidad y sus rigores. ¿El resultado? unos senos que lucen y poco ya. Y sin embargo, pese a la maternidad, el paso del tiempo y la gravedad, aún hay algunas cosas que pueden hacerse para el cuidado de los senos, una rutina que debe ser empleada por todas, por las que tienen poco seno y por las que están más generosamente dotadas en el área, igual en las muy jóvenes que y sobretodo a partir de los 20 años, porque a partir de ahí algunos descuidos en la forma de cuidar del seno, se pagará en algún momento.
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Ya sabemos que el inadecuado sostén perjudica al busto, así que no pretendas llevarlo en un sostén holgado o demasiado estrecho, un poco de atención para encontrar el sostén adecuado para ti. Sobretodo toma en cuenta que un busto generoso necesita mayor sostén que un busto pequeño, así que deja los strapless y los super escotados para las menos favorecidas.
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Debes exfoliar la zona con una crema especial y suave, debes humectarte tanto como puedas y debes, claro que sí, usar una crema de día con protector solar. La piel del busto es sensible.
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Nada de blusas sin sostén no solo lucen mal, sino que siendo sinceras unas pocas entre muchas mujeres, pueden darse el lujo de lucir esplendidas sin sostén y a la vista de todos en una blusa que enmarca, y en el caso de un busto flojo se verá todo menos bien.
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Haz un poco de ejercicio semanal destinado a la zona, sobretodo extiende a lo largo los brazos y cruzalos a un lado y a otro, por intervalos de cinco minutos para cada lado, sin cansarte, tu cuerpo y tu busto sobretodo lo agradecerán. El caminar erguida y correctamente ayuda al busto, y sobretodo al músculo que lo sostiene porque si te encorvas el busto irá hacia abajo con más rápidez de la que te piensas.
