NO a la discriminación: En el día de los derechos humanos

discriminación

Hoy se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, gracias  a los esfuerzos décadas atrás de la Organización de las Naciones Unidas, para detener las violaciones de dichos derechos que se daban en todo el mundo, sumido en 1945 en los horrores de la Segunda Guerra Mundial, a los que se sumó la barbarie nazi contra el masacrado en los campos de exterminio alemanes, pueblo judío.

Ha pasado mucho desde entonces, y aunque quisiéramos pensarnos que los derechos humanos son un conquista que podemos presumir, estamos muy lejos de respirar confiados en que esos derechos se respetan en todo lugar y a toda persona, sin importar como bien establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos, su orígen, credo político, su creencia religiosa, su preferencia sexual, su género, y tantas otras cosas que en este mundo, sirven para que algunos, cual si vivieran en otro planeta y no se enteraran, se dan a la tarea de discriminar a los débiles, los discapacitados, las mujeres, los niños.

No veamos la conmemoración de este día, como vemos muchas cosas que ocurren ante nuestros ojos, somos tan culpables como los que discriminan cuando no hacemos nada por aquellos que son oprimidos. Este año la ONU ha dictaminado celebrar el día sensibilizando a todo mundo sobre la NO DISCRIMINACION, para que quizá en un futuro, podamos vivir como sociedades justas e incluyentes, que nadie se sienta ni sea discriminado por sus diferencias, sean cuales sean.

Me refiero hoy a dos grupos especialmente discriminados en el mundo: Los discapacitados que se enfrentan a sociedades concebidas sin tomarles en cuenta. Sin oportunidades de estudio y sin oportunidades de acceder a un empleo al que como todos tienen derecho. Sus incapacidades son motivo de segregación para aquellos que viven en mundos diseñados para los que pueden realizar cualquier cosa sin ayuda de nadie. El mundo podrá decirse un mundo justo, el día en que la discapacidad de alguno no sea motivo para que se sienta solitario, excluido y ajeno a la vida normal de todos sus congéneres.

Las mujeres que en muchos lugares del mundo siguen sin poder acceder a la educación, por las mentalidades machistas de aquellos que se empeñan en confinarlas al hogar y las tareas del campo. Hay millones de niñas que no han obtenido la educación elemental, que no tienen esperanzas de acceder ni a  educación ni a servicios de salud. Mujeres que no pueden vestir a su gusto, y que en el colmo de la discriminación, no pueden escoger la persona con la que vivirán y tampoco expresar sus pensamientos y buscar sus sueños.

Este es un mundo, siendo sinceros de discriminados, se discriminan a los ancianos considérandoles obsoletos. Se discrimina a la gente por sus creencias religiosas y sus convicciones políticas, se discrimina por su orígen y por su raza, por ser minorías, por ser pobres, por ser inmigrantes, a los refugiados, a los activistas. 

A las mujeres en la sociedades que presumen de modernas, se les discrimina por su edad, por su apariencia, por su condición de mujer, frente a  los hombres que reciben en sus mismas condiciones de preparación académica y experiencia laboral, mejores salarios, mejores oportunidades de trabajo y mejores consideraciones llegados a las edades en que las mujeres son consideradas «demasiado viejas» para trabajar en puestos para los que están debidamente preparadas.

Hoy en el día de los derechos humanos, hazte el propósito de engrosar las filas de los que aún creemos en la posibilidad de que el mundo sea un lugar que aloje en igualdad de condiciones a todos sus habitantes, por que todos sin excepción tienen derecho a estar aquí, a disfrutar de las mismas oportunidades y de plantearse e ir en pos de todos sus sueños.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *