Una vez que hemos tomado la determinación de teñir nuestro cabello, hay ciertos pasos y consejos a los que deberíamos tomar en cuenta para elegir la mejor opción, para poder resaltar al máximo nuestras mejores cualidades y rasgos, y darle un toque original a nuestra cabellera. Así como hemos aclarado en el post anterior, ciertas variables como el tono de la piel o el color de los ojos son fundamentales, y hay que considerarlas al momento de elegir el tono del tinte a utilizar.
Si el color de nuestra tez es algo pálido, lo mejor al teñirnos será utilizar un color que no genere demasiado contraste con la piel. Si colocamos un color negro en nuestro cabello, por ejemplo, la piel se verá, o mejor dicho, dará la sensación de ser aún más blanca, y eso mismo hará que nuestras facciones se vuelvan más rígidas, o hasta masculinas, además de acrecentar las dimensiones del rostro. Por eso, es mejor utilizar tonos que sean un poco más sutiles, como por ejemplo castaño, rubio oscuro, caoba, o marrón, que lograrán una buena combinación con tu piel y no demacrarán tu imagen. Además, con un color de ojos oscuro, seguramente resaltará de la mejor manera tus más bellas facciones.
Por otro lado, si tu piel es más bien morena, la mejor opción será darle cierta luminosidad a tu cabello, utilizando los tipos de tinturas que ofrecen alguna tonalidad rojiza, o los tonos comúnmente denominados “violín” (aquellos que son más o menos violetas). Podemos realizar una tintura completa del cabello con estos tonos, o bien crear algunas mechas; ambas opciones darán un brillo especial a tu cabellera. Lo que si deberíamos evitar en estos casos es el utilizar tonos marrones, ya que estos no darán ningún tipo de contraste.
Hay que tener en cuenta que este tipo de procedimientos no debería hacerse cada mes, ya que son tratamientos que pueden llegar a dañar al cabello. Sólo en el caso de tener canas la tintura deberá realizarse más frecuentemente.