Aborto Terapéutico

En medio de las controversias en muchos lugares del mundo, sobre el complicado tema del aborto, día a día nos llegan noticias sobre casos en que a muchas mujeres les es negado recurrir al aborto terapéutico,  aquel que ya en muchos países está comtemplado en sus leyes y que se prescribe por personal médico en los casos en que la continuación del embarazo, representa peligro a la vida de la madre, para preservar la salud física y mental de la embarazada cuando por el embarazo o el parto estén en peligro, para evitar que niños puedan nacer con enfermedades congénitas o discapacidades determinadas por el médico durante el embarazo.  Dentro de esto cabe el aborto electivo para victimas de violación.

Aclarado el tema tenemos ahora el triste caso de la joven peruana Karen Llantoy,  que auxiliada por organismos de apoyo a la mujer, ha llevado a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, su caso en el que se evidencia el claro abandono del estado peruano de proveer de herramientas para preservar la vida de la mujer embarazada así como en este caso específico,  negarle el derecho a interrumpir un embarazo que catalogaba dentro de riesgo y que demandaba un aborto terapéutico.

El estado peruano se negó a que se le practicase un aborto terapéutico aún existiendo evidencia que su embarazo se trataba de un caso de feto anencéfalico. La anencefalia es un padecimiento grave del feto, un problema a nivel cerebral que radica en un defecto del tubo neural en que una parte del mismo no logra cerrarse adecuadamente y con ello el feto sufre de una ausencia de parte del cerebro, cráneo y el cuero cabelludo.  Como resultado el niño que nace con esta anomalía de la que aún se desconoce su orígen padecen ceguera, sordera, insensibilidad al dolor, y no logran tener conciencia alguna.  Raramente sobreviven posterior a la infancia, porque en la mayoría de los casos mueren durante el parto o antes de nacer.  El diagnóstico médico se deriva de una exploración con ultrasonido del feto.

A Karen Llantoy de 22 años, todo lo ocurrido en el 2005 le ha marcado para siempre y aunque luchó por mucho tiempo para lograr que el estado peruano reconociera la violación de sus derechos humanos en que se incurrió por parte de las autoridades hospitalarias que,  dejando de lado una recomendación  inicial de efectuarle un legrado,  le obligaron a llevar a término el embarazo y a amamantar a la niña que nació y murió, como suele suceder en estos casos, cuatro días después.  Karen ha logrado superar la depresión en que la sumió esa experiencia de joven madre a los 17 años ante un caso tan triste y hoy su caso permite develar la situación de muchas mujeres en Perú.

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