Esta es una encantadora imágen de un bellísimo huevo de Fabergé. No existen más que unos cuantos en el mundo, y suponen el esplendor de toda una época y el trabajo de un hombre que amaba la belleza.
La empresa Fabergé, operó entre los años 1885 y 1917, bajo el liderazo de Peter Carl Fabergé, quien diseñó, los huevos bautizados con su nombre, para una de las tradiciones más importantes de Rusia, y fue precisamente para la dinastia de los Romanov, que Fabergé fabricó muchos de esos 69 huevos de pascua, cada uno hermoso y original.
Con el agrado de la Zarina, la fama de la fábrica Fabergé llego a todos lugares, y algunos adinerados, pudieron aún sin ser tan nobles, como aquellos, hacerse de algún huevo de pascua. Con la fabricación de éstos, Fabergé, se fue puliendo cada día, logrando una maestría total, que se refleja en cada huevo, según materiales tan distintos en cada uno, diseños únicos y dibujos hermosos, que solo pueden cautivar la mirada, del que aprecie una de esas encantadoras piezas.
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