Cuando queremos empezar una dieta es muy importante que se cuente con hábitos alimenticios correctos. Si fallamos en este aspecto no podremos contar con una buena metodología en el afán de bajar de peso. En primer lugar, hay que decir que es de vital importancia que se puedan seguir al pie de la letra todas las rutinas de comida. En este aspecto, nos referimos a tres comidas y dos tentempiés por día. Con eso ya podremos andar bien.
Hay un refrán que pasan los años, pero sigue conservando la validez. El mismo es el que dice que hay que desayunar como un rey y cenar como un mendigo. Esto también es un buen hábito alimenticio, ya que el cuerpo metaboliza apropiadamente todo lo que se ingiere a la mañana. En el mismo se tienen que incluir cereales de manera obligatoria, y también se tiene que dar una correcta combinación de proteínas y vitaminas. Algunas variantes para esto son las naranjas, las papayas y la leche.
En lo que se refiere al almuerzo, hay que decir que tiene que ser lo más liviano posible y se tiene que incluir leche de manteca. Esta es una fuente muy adecuada de calcio para brindarle al organismo. Otros componentes positivos en este aspectos son las aceitunas, los hongos, las ensaladas con brócoli y las frutas.
Además, la cena se tiene que desarrollar antes de la siete, y se tiene que escoger comida al horno o cocida. En el caso de quedarnos con hambre después de haber cenado, se puede completar la alimentación con una sopa, ensalada o incluso una fruta.
Por último, hay que decir que hay que olvidarse de estar comiendo todo los días. Las galletitas son nuestras máximas enemigas en este aspecto.
