La vida moderna es una carga de presiones diarias, en la vida social y laboral. Las exigencias se tornan entonces extenuantes y el stress no se hace esperar. La vida te pide su cuota de atención, y tu máxima efectividad, en llevar un trabajo, atender un hogar, y ser al mismo tiempo una mujer feliz y completa.
Y si las exigencias diarias no se compaginan con una forma de vida adecuada, los efectos se verán no sólo en tu carácter sino en tu apariencia. Asi que lo mejor es vivir una vida sana y planificada, que te permita llevar a cabo tus tareas sin pasarle factura a tu salud y a tu apariencia.
Dormir…y dormir bien, mínimo 6 horas diarias. El sueño constituye una parte del día en que el organismo se regenera, y la mente se relaja de los rigores de mantenerse ocupada durante el día. Vete a dormir a una hora fija, con ropa cómoda, leer unas líneas de algun libro entretenido y agradable, oir las notas de una canción, relajan y te permitirán dormir mejor.
Duchate con suficiente tiempo como para sentirte relajada, y no corras por el lavabo con el tiempo contado, y antes de terminar el baño date una regaderazo frío, el agua fría tonifica los músculos y activa la circulación, te anima y sin duda te hará sentir muy bien.
Como llevas una vida ocupada y llena de tareas, tomate unos ratos al día para sentirte bien contigo misma, ver la televisión en calma, escuchar algo de música, leer, charlar con una amiga, y sobretodo, planea tu semana para que los días libres del fin de semana no se gasten en tareas cotidianas. El fin de semana aprovecha para salir, caminar, charlar con alguien a quien casi no ves en los días de trabajo, tomar el sol tendida a la orilla del mar, ir al cine a ver una película, comer al aire libre, el cambio de ambiente te harán bien.
Y mente sana repercute en tu cuerpo sano, organizate, vive la vida, pero sobretodo disfrutala! eso se reflejará en ti!
