Ha dicho Jean de la Bruyeré, sobre el olvido, ese anhelo de los abandonados, el refugio de los corazones heridos. Ciertamente como ha dicho en el gran francés de la Bruyere, empecinarse en olvidar es aferrarse a aquello que se desea olvidar. La felicidad ha dicho otro gran hombre, tiene algo de olvido, cuando lejos de mantenerse en el recuerdo, se ve más allá y se opta por olvidar realmente algo. Olvidar o no olvidar, el dilema de cada quién, solo el corazón de cada persona es poseedor de la verdad, de cuánto y a quién se desea olvidar…
No podrás hacer que el tiempo y la distancia te ayuden a olvidar,
y quizás cuando te pregunten por mi, ni me recordarás
te olvidarás de mí lo sé, por eso es que te pido
tan solo, que no me olvides así.
Sonreirás cada vez que te pregunten, por qué lo nuestro acabó
y quizás, dirás que fui tan solo un amigo más
te olvidarás de mí lo sé, por eso es que te pido…
tan solo que no me olvides así
Tu sabes que te quiero, por qué tratas de olvidar
cada recuerdo, cada instante desde que te conocí…
Trataré y quizás un día también podré olvidarte a ti…
aunque sé que podrá pasar el tiempo y siempre te amaré
te olvidarás de mi lo sé, por eso es que te pido…
tan solo que no me olvides así.
(Exito de los años 70, del colombiano Fernando Calle)