El mundo ficticio del cine, tiene su mayor encanto en los pasajes románticos de los grandes filmes. Algunas parejas suponen todo un deslumbramiento para el espectador, se siente la química entre sus personajes, que el público no deja de sentirse transportado por su pasión, que aunque falsa, transmite eso, sentimiento y atracción sexual. Atracción sexual que no necesariamente se percibe en escenas de contenido sexy, sino en miradas, palabras, roces, o porque sencillamente dos actores lucen tan bien como pareja, que la gente siempre los recordará. Recorramos hoy esas parejas que resultaron ser todo un explosivo duo en la pantalla:
Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en Casablanca, un clásico del cine. El era un gran actor pero irradiaba demasiado carácter y mucho dominio de si mismo, en la vida real y en su papel de Rick Blaine, pero a medida que transcurre la cinta se va convirtiendo en lo que todos recordarían siempre, un héroe romántico.
Ingrid Bergman ya era una estrella europea y en su debut americano como Ilsa Lund transformaría la imagen que el público solía tener de ella, una mujer fría y calma como el país nórdico de donde venía.
La imágen de Bogart y Bergman juntos transporta al público, a un amor imposible lleno de heroismo, de renunciación, a dos personas amándose que se sacrifican y que se atraían enormemente, aclaremos se atraían en sus papeles, porque ellos como profesionales no se involucraron personalmente de ninguna manera.
La mejor pareja de los años 40, fueron Bogart que de ganstert cinematográfico pasó a ser el hombre soñado de las espectadoras y Bergman que se convertía en la mujer que todos querían amar. Anoten que la cinta no tiene escenas sexuales, ni siquiera insinuaciones y sin embargo se respiraba la tensión y la química de los personajes. Sin duda una de las grandes parejas del cine.
Nueve semanas y media, supuso el estrellato para Kim Bassinger y el trabajo más recordado de Mike Rourke. La cinta significó una nueva forma de ver a la Bassinger que hasta entonces había estado en cintas románticas, y comedias.
Anoten que ésta si es una película de pareja explosiva, cargada de sexo, de pensamientos sexuales, de insinuaciones, de desenfreno, de amor ? quizá no, de control, del poder que ejerce el sexo en la vida del que lo hace su mayor posesión.
Bassinger resulta ser una pobre mujer subyugada por Rourke a quien fatalmente conoce, se involucra con él y la relación dará paso a nueve semanas y media de desenfreno, juegos sexuales cada vez más peligrosos, humillación, masoquismo, sadismo y toda forma de sexo posible, que al final llevan a la chica a un estado bastante dependiente.
Esta cinta fue catalogada como erótica total, y los protagonistas pudieron ella sí, él no, partir de ahí hacia una carrera triunfadora. Eran todo lo contrario del binomio Bogart-Bergman pero quien la haya visto, podrá decir que ésta es en lo que se define una pareja explosiva totalmente. Y la pareja cinematográfica de los años 80.
Kate Winslet y Leonardo di Caprio, se encargaron de trasladar al público la pasión de una pareja imposible, en Titanic. Di Caprio venia de una carrera iniciada en el cine desde niño y Kate debutaba en el cine norteamericano. La película es un romance puro, un amor que se torna imposible frente a una sociedad que lo prohibe y frente a una catástrofe que lo sepulta. Di Caprio es tierno y Kate apasionada, la tensión sexual y el amor desesperado que no logra realizarse, transportó a los espectadores de los años 90, a la fascinación total de una pareja que tenía todo para encantar al público.
Sin duda nadie que la vio habrá olvidado Titanic, y quizá ni recuerden los datos históricos sobre el hundimiento del gran navio de lujo, pero seguro recuerdan las palabras, las miradas, los encuentros de la pareja.
