Cuando las tasas de divorcio en ascenso, lejos de motivar a nuevas uniones y que las desilusiones que los rompimientos llevan a una renuencia a continuar buscando «el hombre ideal», «el principe azul», «el señor indicado» no deja sorprender el deseo de una mujer, después de desastrosas uniones y constantes separaciones ya voluntarias o no, de continuar en búsqueda de aquel que llene su soledad y aún más sorprendente cuando la dama en cuestión sobrepasa, aunque éste último aspecto aún no está comprobado los 100 años.
Wool Kundor es una mujer de 107 años que vive en Malasia, durante su ya larga vida ha estado unida a algún hombre durante 22 ocasiones y ha procreado una docena de hijos. Su último marido recién la ha abandonado, lógico de pensarse siendo que el hombre en cuestión tiene 37 años y es más joven que muchos de sus hijastros. Ella ha tomado el abandono con calma, total ya está habituada a este tipo de desengaños y no reniega para nada de la búsqueda de el hombre ideal, dicho y hecho se ha puesto a la búsqueda del mismo, mediante anuncios en diarios locales, de un hombre que como ella busque compañía y una relación estable.
Bien podría pasar como tantos otros anuncios personales no solo en Malasia sino en cualquier lugar del mundo, pero su edad y la perserverancia sin duda alguna atraen la atención de la gente que ya está atenta a qué pasará si llega algún otro «señor cuasi perfecto» (que perfecto no) para cortejar a la buena de Wool Kundor.
Aunque sorprendente ya les digo, hay que reconocerle la perseverancia, esa fe en que hay alguien por ahí que vendrá a llenar su soledad y que se convertirá en un nuevo amor. Con menos fe prosiguen la vida millones de mujeres, los desengaños y los abandonos ya les digo están a la orden del día y bueno además la modernidad que exhalta la independencia también juega su papel negativo para que algunas logren encontrar a esa «mitad de su naranja» persona ideal y perfecta para sus vidas.
Pero quién dice que luego de un rompimiento, de muchas desilusiones, de quizá rechazos, no haya esperanza alguna para reencontrar el sentimiento y sino lo hay, tampoco es para atormentarse, no son nuestras modernas sociedades gracias a Dios! aquellas de antaño que condenaban a la mujer que voluntariamente o no se replegaba a la soledad, ay de aquella pobre que no pasara por la vicaria y se quedara vaya mala cosa ¡para vestir santos! Eso debemos agradecerlo a nuestra vida de hoy, ya no es un estigma y muchas mujeres pueden optar si así lo desean y si un día luego de mucho intentar se convencen que «mejor sola que mal acompañada» que estar sola tampoco es para sentirse excluida y diferente.
Diré en favor de Wool Kundor que tiene fe, fe en encontrar ese alguien que todavía no encuentra después de 22 relaciones, y sobretodo que no la detiene la edad ni los fracasos, ésa es una buena actitud, verdad que si? una mujer asume su destino y se decide, porque ella así lo quiere, recomponer lo que de ese destino no le gusta, buscar lo que no tiene, ir por lo que quiere, y no importándole la opinión pública ni siquiera su condición de mujer «mayor». Eso y en ese punto me quiero centrar, es lo importante, las que no dejan de lado sus intenciones sino que las buscan.
Buscar lo que quieres, porque si llegado el momento te has convencido que nada necesitas y que bien la puedes pasar sin esos caminos tortuosos de salir, fraternizar, ligar y convivir, pero si ocurre lo contrario y te piensas que aún te debes el chance de ir en pos de ello, pues para ejemplo Wool Kundor, la vida es como dicen en mi tierra, lo que hacemos con ella!
