Lindsay siempre me pareció, cuando era niña y actuaba en aquellas tiernas películas, una niña bonita e inteligente. Su paso, para su suerte de la niñez a la adolescencia, la encontró en películas que fueron creciendo con ella, pero la chica de las pecas, la encantadora pelirroja, en la vida real se alejó de aquella imágen, de chica buena que siempre miramos en sus filmes.
Lindsay tiene solo 22 años, y ha ganado ya mucho dinero por sus actuaciones, no es precisamente una chica pobre. A sus 11 años debutaba como la encantadora chica de «Juego de Gemelas» 92 millones de dólares en la taquilla y una niña talentosa que realizó con mucha soltura los dos papeles que le asignaron. Los siguientes años actuó en varias cintas para otros estudios distintos de Disney, pero que fuero siempre películas juveniles. «Herbie» fue su película más famosa de todas aquellas exitosas que ha hecho durante los últimos años.
Y aunque Lindsay antes de convertirse en actriz, era ya una chica de anuncios publicitarios desde los 3 años, también ha incursionado en la música, con éxito, no tan grande claro como su carrera cinematográfica. Pero a todo este cuento de éxito, de una niña que con talento logró descollar en su debut, hay que añadir la vida tumultosa de la pequeña Lindsay, porque muy joven aún lo es, desde que empezo, digamoslo así, a salir sola y fiestear.
Lindsay ha sido conducida por la policía alguna vez por ebriedad, y se ha sometido, dicen que sin éxito alguno, a una desintoxicación. Lindsay solía marchar de fiestas hasta la madrugada, y eso le afectó en su reputación en el medio, y afectó muchas veces su trabajo. Lindsay pronto dió el escándalo mayor, al ligarse sentimentalmente con otra chica, la inglesa Samantha Ronson, de la que se ha separado en los últimos meses.
Lindsay tiene algunas películas ya esperando su estreno, y se ha mantenido «relativamente» ocupada, pues se ha quejado a algunos tabloides de falta de trabajo, y que su tren de vida sin ingreso fijo alguno, está a punto de colapsar. Ha bromeado, sobre su inminente bancarrota sino logra, algún trabajo filmico pronto. Y ahora, cuando parece que ya nada puede sorprendernos de la bella estadounidense, nos llega la noticia de un posible embarazo. El rumor que parecería ilógico, debido a su rompimiento hace poco con su ex-novia, apunta a que Lohan ha vuelto a relacionarse con chicos, obviamente.
Y no es toda su culpa, en ese modo de manejarse, que perjudica la carrera que con gran talento ha logrado. La vida de Lohan fue en sus principios muy difícil. Su padre un visitante asiduo de la cárcel, por malos manejos, no mantenía logicamente relación estable con su hija, lo que provocó su distanciamiento. Fue la madre de Lohan la que se ocupó de su carrera y buscó para ella la fama que ahora goza. Atrás han quedado los años, en que la pelirroja se escondía debajo de la cama, para ocultarse a la llegada de su padre, siempre armando peleas en casa, y ahora ella, millonaria, hermosa, y adulta, aunque sea solo por la edad y no por la madurez con que debiera manejarse, vive «aparentemente» feliz y realizada.
Y es que Lindsay es una chica agradable, a quien sus compañeros de reparto siempre tienen en estima, amigable, y sonriente, aunque ha tenido sus encontronazos con los fans y periodistas, es solo una chica más en nuestras sociedades de divorcios y padres ausentes.
