Las rupturas son eso, rompimientos de un sentimiento y una convivencia, que con las mismas se va deteriorando. Cuántas no habrán tenido algún juguete querido, que un día ha perdido alguna pieza? sin duda no volvió a ser el mismo, por mucho que le repararan. Y aún, cuántas no han sentido que perdían motivación ante aquel que ya no era, el que solían tener?
Así sucede con los rompimientos, y aquellos modos de vida de pareja, que van llenándose de separaciones, alejamientos, temporadas de «darse tiempo» para reconstruir relaciones que si no sobreviven, no deben sorprender, por cuanto alejarse para buscar soluciones, viene siendo una forma de rechazar una solución de dos, que debe ser siempre la que tome una pareja.
Si las cosas van mal, discutirlas y redimensionar la relación. Sin duda que hablando se entiende la gente, han dicho tan acertadamente, y los silencios, las marchas y vueltas a casa, las temporadas de poner como dicen, tierra por medio, entre tu y alguien más, no son la mejor forma de arreglar las relaciones, porque esos pequeños distanciamientos, esas rupturas van deteriorando la relación, la distancia no cura, es la cercania la que ayuda, a vislumbrar lo que está mal, plantearse la relación y seguir tratando por salir adelante.
