Hablamos a menudo de la paz mundial, elusiva cosa ésta, cada día nos llenan los diarios de noticias sobre conflictos bélicos, segregación, hambre, marginación, muchas formas de recordarnos que un mundo carente de igualdad, no puede ser un mundo en que se reine la paz.
Pero vamos no podemos sustraernos de los problemas de nuestras sociedades, pero podemos sí conseguirnos esa paz que todos anhelamos para vivir, la paz que está en sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás, y por favor no pensarse que hablo de una paz equivalente a una vida arreglada por tener todas las comodidades y cosas que nos hagan sentirnos aliviadas, de pagar cuentas, pensarnos en cómo irán las cosas la otra semana, o el año venidero.
Hablo de aquella paz que sentimos cuando hemos tomado buenas decisiones y hemos asumido la vida con sus grandezas y miserias. Esa es la paz que cuenta y que sin individualmente cada quien se la busca, por lógica un mundo con mayores individuos en paz consigo mismos será un mundo mejor.
Dudo que logres alcanzar la paz sino te analizas y planteas la vida tomando en cuenta que, eres humana y por ello te equivocas, asume tus errores, aprende y corrige para el porvenir. Eres un ser más en este mundo que sigue el ciclo de la vida, vive el presente, atesora el pasado y no te preocupes por el futuro. Tienes tanto derecho como cualquiera a estar aquí y buscar tu felicidad, buscate la vida lo mejor que puedas, pero no dejes que eso te aleje de lo que verdaderamente cuenta, las personas y las cosas que nos llenan, tu felicidad no puede construirse sobre la desdicha de nadie, piensate eso cuando buscas la tuya propia.
Y sobretodo, aceptate como eres, tu eres tu, y especial. Nadie se parece a ti, y en ti hay virtudes y defectos que te hacen diferente, aprende a apreciarte, valorarte y ser feliz como eres. No imites a nadie, ni pretendas vivir la vida de nadie más, aprovecha la tuya, tu vida, tu persona y sin duda todo eso traerá hacia tí, la felicidad, la paz interior de la que hablé antes y serás feliz.
