Ninguna mujer puede presumir de no ser romántica, y casi ninguna tampoco podrá decir que alguna vez no se ha justificado en aras del romance de las relaciones de dependencia emocional que en torno al amor, contruyen. El amor es sin duda alguna el mejor de los sentimientos, en aras de él nos puede llegar la felicidad más completa y sentirnos un día transportadas al mismo paraíso.
Pero cuando concentramos todo nuestro amor y toda nuestra individualidad en ese amor, cuando anulamos nuestra persona y construímos una vida alrededor del objeto de nuestro amor, lógico es pensarse que el día en que nos abandone o se aleje un tanto de nosotras, ya sea porque la vida le lleve distante algún tiempo o para siempre, que se sienta asfixiado en esa jaula de amor o que para nuestro peor tristeza, el ciclo de la existencia lo lleve de nuestro lado, nos sentiremos cual sinos hubieran arrancado una parte de la vida y sin la que no podemos funcionar como quisiéramos.
Nadie dice que si nos abandonan o mueren, no debamos sentirnos doloridas, y tampoco que por mucho que hagamos no seremos embestidas por el dolor más humano del mundo, pero…dejando de lado esos fortuítos avatares de la vida, muchas veces las relaciones se asfixian y mueren por esa dependencia emocional tan típica de las mujeres. Y es que él es tan imprescindible que no puede alejarse para salir con sus amigos, aunque solo sea de vez en cuando, porque ya la novia pillará un rabieta o un berrinche que durará días y será un verdadero calvario. Que si tu deseas hacer algo que te agrada pero que a él no le interesa para nada, pero no cabe en tu cabeza, la idea para nada! de que no debes dejar de lado los deseos y cosas que deseas hacer sin él.
Antes de llegar a tu vida, él existía…igual tu y aquella y la de la esquina, existian antes de encontrar a ese que hoy consideran «imprescindible» en todo instante. Nadie niega lo hermoso de una relación, en que ambos comparten sentimiento y faenas, ya luego van de paseo, que se ocupan de la casa, o participan de los mismos amigos. Esto es bueno en la medida que es parte de la relación, pero es nocivo cuando es toda la relación.
Dependes constantemente de él? le llamas a toda hora? quieres un reporte pormenorizado sobre dónde ha estado y con quién? no quieres que ande con los amigos y sus amigos deben ser también tuyos! sino te agrada alguno le pones a escoger! y si debe viajar? y si quiere ir de vacaciones? si un día quiere estar solo por un momento, por una tarde, por un viajecito de negocios? nada de eso, él debe estar a tu lado en todo momento! sino te enojas, desconfias, te sientes solitaria, ya herida o marchita, el llanto y el desvelo y las peleas están a la orden del día, cuando a él se le ocurre algo!
Tampoco es que abandones a su libertad entera, que ya luego casi ni le veas, no sepas dónde para, ni con quién habla, pero en la relación lo básico es! el espacio! la individualidad, la no dependencia de otra persona, cuando lo asumes así serás más feliz, amas en libertad y vives en libertad, y tanto tu como él, estarán involucrados en una relación sana que o asfixia, en la que se sienten cómodos y están ahi porque quieren y de ninguna manera en una que, aunque aman, les haga sentir por momentos a él… encarcelado! y a ti! loca por tenerle asfixiado!
