Anillo que compromete

Anillo de compromisoEl anillo de compromiso, joya tan anhelada y costumbre tan arraigada hoy en tantas culturas, se dice, se originó cuando el papa Nicolás autorizó a que los creyentes católicos entregarán a las novias un aro, que formalizaba la petición y constituía la prueba del compromiso de boda.

Hablamos de varios siglos atrás, y desde entonces, generaciones de novios han sellado su compromiso con un anillo, que en algunas ocasiones ha resultado ser, una merma a la economía del novio, como si el valor del mismo determinara el compromiso o el amor.

Pero, este anillo compromete? se preguntarían muchos, qué sería del compromiso sin el anillo? y si alguien no tiene ni un euro para comprar el anillo con el diamante que su amada quiere, eso significa que no ama? o que no hay tal compromiso? vamos viendo que el consumismo ha alcanzado a lo que debiera ser un símbolo de un sentimiento que une, y al que no se puede medir por el tamaño de una piedra, o por el costo de una montadura en oro? plata? un aro sencillo de niquel debiera bastar a un sentimiento que no tiene medida ni final.

Pero vamos! puestos en el compromiso.  Luego de las respectivas promesas, de amor, fidelidad, cariño, lealtad, dadas por los contrayentes para el tiempo aquel de «hasta que la muerte los separe» dadas luego de haber sellado un compromiso de boda, y haber añadido al solitario pero casi siempre caro anillo de compromiso, la gente por una u otra razón, algunos no todos afortunadamente, olvidan el sentimiento, los compromisos, las promesas, y se deciden a abandonar la barca, porque ya no sirve, porque ya no les llena, porque ya no aman.

Entonces, con anillo o sin anillo, la relación realmente depende del corazón de la gente. Y claro! a quién no gusta un anillo tan hermoso símbolo de una tradición arraigada en nuestras sociedades, no estamos hablando en contra del bello anillo con su diamante, de lo que significa en su momento.  Sino hablamos del hecho, de que el día que se sella el compromiso para una boda llena de promesas, habrá que pensárselo bien, para no pasar un día cerca de la vicaría con el alma frustrada y desilusionada, con un anillo en el bolsillo olvidado y triste, por lo que no se pudo cumplir ni mantener.

En un mundo cada día, triste decirlo, aumentando las tasas de divorcio y separación, bodas relámpago, uniones descalabradas, amigas! antes de recibirse el anillo pensárselo, porque aunque igual que las relaciones el mismo se ha tornado desechable, lo que al final no es desechable ni remendable, es el corazón que con cada desilusión pierde un poco más de su fulgor. El anillo sí! o mejor debiera comprometer a mantener la llama del amor que inspiró su entrega o no?

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