Virginidad a la venta, una pérdida de valores?

Natalie Dylan en la imágen, ha estado en medio de la controversia en los últimos meses, ha puesto su virginidad en venta, cual producto que se vende al mejor postor, dice no tener problema alguno de moralidad, con respecto de vender su primera experiencia sexual.

En un mundo cada día más carente de valores, esta noticia no deja de ser preocupante, las chicas de hoy pierden sin más la virginidad, ya no constituye en algunas culturas un bien preciado por las mujeres, tanto como para guardarlo para el matrimonio.  Está bien, asumamos que somos modernos, y que la mujer al igual que el hombre tiene el mismo derecho al disfrute de su sexualidad, no podemos manejar nuestras sociedades con los parámetros de muchos años atrás, pero…

Vender su virginidad? y bueno ya hemos tenido presentes algunos casos con anterioridad, jóvenes pasando hambre y necesitadas realmente de dinero, en el límite de la desesperación vendiendo su preciado bien, y exponiéndose al escrutinio público y a una experiencia que de resultar catastrófica marcará sus vidas, pero estamos ahora frente a una chica con estudios universitarios, que quiere obtener la mayor cantidad de dinero, en sus palabras «capitalizar mi virginidad» para estudiarse una maestria universitaria.

Bueno la chica quiere superarse no hay duda, también tiene su mérito, pero…vender su virginidad? o yo les sonaré demasiado conservadora, pero eso denigra a una mujer y sobretodo a una que se supone con más herramientas para desenvolverse en la vida, una chica de hoy, que se aprecia y que se valora, no vende el cuerpo al mejor postor.

Lo dicho, cada día nos enfrentamos a una sociedad que se torna fría y poco valorizante de lo que realmente importa. Y las últimas noticias? Natalie ya ha conseguido su mejor postor, un australiano que, vamos! un hombre que compra sexo, es eso, un comprador…por mucho que sea una virgen y una relación de mutuo acuerdo también tiene su cuota de reprobación, pero bueno el buen señor ha ofrecido cerca de 3.8 millones de dólares, vaya millonario que se gasta tremenda cantidad en un «caprichito» de una noche, asistimos a un despliegue de materialismo que de verdad apena.

Y como si fuera poco, una italiana se suma ahora a esta oferta de virginidades, Rafaella Ficco dice vender su «preciada» virginidad para tomar clases de actuación. Ha trabajado como modelo y bueno ya saben, deberá para ser considerada buena oferta presentar exámenes ginecológicos y demás artilugios normales en una transacción de compra-venta, pues negocio es, hay que ser legales.   Vergonzoso de verdad!