Violación legalizada? el triste caso de las mujeres afganas

Mujer violada

Tradicionalmente se ha pensado durante mucho tiempo, que el sexo es una obligación de la mujer dentro del matrimonio, palabras expresadas por la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la mujer, a una entrevista que le realizará prestigiosa BBC.

No ha dicho nada nuevo y no debe dejarnos sorprendidos, lo sabemos, el sexo viene siendo como algo, que inherente la mujer debe asumir le guste o no, para «eso» y  «solo eso» está ella, además claro de ocuparse de casa e hijos, trabajar y no poder negarse a tener relaciones sencillamente porque no le apetece.

La comunidad internacional no ha dicho nada, de la reciente legislación de Afganistan, que se cubre diciendo que es para regularizar y proteger a las mujeres sobre este asunto de la violación marital.  Organismos y personalidades afganas dedicadas a la protección del género femenino, han denunciado que no hay tal protección, esta ley solo permitirá que muchos que insensiblmente se piensan que su compañera de hogar no tiene voz y voto en cuanto a su vida sexual, puedan sin pena y temor a una denuncia obligarla a tener relaciones, que ocurre ya, no podemos negarlo, y no solo en Afganistan sino en otros países.

El colmo! las mujeres de la etnia chiitas de Afganistan deben pedir permiso al marido, si desean salir aunque sea un momento a la calle, si él lo decide ella deberá permanecer cuanto él quiera, encerrada en casa.  El sexo no es el que debe ser, cuando una mujer es obligada a mantener relaciones contra su voluntad, sea el que la obliga su compañero de hogar, en este caso en algunos países es aún mayor la gravedad del asunto.

Legislar es la obligación de los gobiernos, pero legislar en favor de sus ciudadanos, no se ve cómo mejora la seguridad de las mujeres, sino está plenamente tipificado el delito de violación marital y no tienen acceso a información importante como, dónde, cuándo, denunciar y sobretodo estar ciertas que pueden denunciar, que están en su derecho a negarse a sostener relaciones y que el que la obligue está cometiendo un delito.

Lo contrario es, sencillamente, no nos engañemos, una violación amparada por la ley.

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