Con cuanta alegría pensamos, en los momentos en que tomaremos vacaciones, cuando viajaremos a algún lugar que no conocemos, y quizá hasta pasaremos ratos con personas que también desconocemos. Nadie niega que esos son de los mejores placeres que hay en la vida. Pero igual no podemos dejar de reconocer, que en la vida, para los que se lamentan de todo, la alegría no está en muchas ocasiones en tener esas posibilidades, de cambiar de lugar y conocer más gente…sino en compartir con nuestros afectos.
Realmente los humanos somos, parecidos en unas cosas y totalmente diferentes en otras, pero no cabe duda que coincidimos en muchas, como aquella de que llegado el momento, nos encontramos que muchos viajes de placer, pierden realmente su alegría y se tornan aunque felices en menos dichos que aquellos que podemos compartir con quienes son importantes en nuestra vida.
Tampoco negaremos que alguna vez, nos resulta relajante la soledad, pero eso sí, siempre será más dulce la compañía, sobretodo si es de aquellos a quienes amamos, y puestos en viajar y marchar, los días más felices sin duda serán aquellos en que construiremos recuerdos para el futuro, y en el que también estarán aquellos que ya les digo, amamos y nos importan.
