Hambre…

La crisis alimentaria que se vislumbra para este año, lamentable pero cierto, nos ofrecerá muchas escenas similares a la de la imágen y no solo en el castigado continente africano, sino en todo el mundo. La irresponsable industria que sacrifica hoy el alimento de millones de humanos, para destinar la materia prima en la producción de biocombustibles, indigna, averguenza y entristece.

Pero no debemos quedarnos en el sentimiento impotente de que una vez más, lo monetario se antepone al bienestar colectivo, debemos ejercer el derecho que como habitantes del planeta tenemos en la forma en que se está manejando.  La ONU, FAO y demás entidades buscan mecanismos que permitan detener una crisis que llevará  a la muerte a millones de personas, ya de por sí bastante desdichados en sus paises.

No nos avergonzemos, indignemos o preocupemos que éso vamos viendo sirve de poco.  Engrosemos las filas de las entidades que hoy por hoy luchan para detener este crimen contra la humanidad…la producción bioenérgetica debe detenerse y ya, no podemos jugar con la vida de millones de personas, no hay suficiente provecho en una industria que se construye sobre la vida de la gente.

Que nuestra voz quizá sea callada y nos sintamos impotentes, pero quedarnos a observar no es una opción, trabajemos en nuestro ámbito, en las personas que conocemos para que entre todos podamos ejercer la presión que la situación demanda, basta ya, no más hambre.

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