Guggenheim el museo de Peggy

Guggenheim museoVisitar Nueva York es hacer parada obligada en el Guggenheim Museum, en la famosa 5 Av de la ciudad, en la cara este del Central Park.  Este museo obra de Frank Lloyd Wright posee una de las más bellas y caras colecciones de arte del mundo, y es visitado por millones de turistas al año.  Guggenheim es el sueño de una neoyorkina Peggy, que se empeño en adentrarse en el mundo del arte. Lo logró a finales de la segunda guerra mundial, y nos legó un Museo que no solo es arte por dentro, sino toda su construcción es un verdadero testimonio del genio de Lloyd Wright.

Peggy había nacido en 1898 en Nueva York, hija de un rico hombre de negocios, que murió en el hundimiento del Titanic.  Peggy era una amante del arte, se empleó en la libreria de un pariente y empezo a relacionarse con lo más granado de las artes plásticas en Nueva York.   Habiéndose casado, se mudó a Europa, que le atraía por su riqueza cultural.  Peggy convertida en dama de alta sociedad, supo resucitar el mecenazgo de las artes de los siglos precedentes.

Aunque lo intentó muchas veces, no fue hasta pasada la segunda guerra mundial, que pudo poner el museo que añoraba.   Para el inicio de la segunda guerra mundial, Peggy se había hecho de muchas obras de pintores de los más variados y todos ellos talentosos y en vías de ser famosos.  Su colección hoy valorada en millones de millones, la trajo consigo a América, luego de huir de Francia, ante las represalias contra su raza, judia.

Ya vuelta a Nueva York, Peggy comenzo a frecuentar a la gente bien y a comprar obras de arte,  que al final sumaron cerca de 300.   Peggy decidió entonces construir un recinto para sus obra y nada mejor que convocar a uno de sus arquitectos predilectos,  para construir un museo digno de su colección.

El Guggenheim abrió sus puertas en 1937, con el nombre de Solomon R. Guggenheim Museum, éste último es el nombre de la Fundación que Peggy fundo para apoyarla en su mecenazgo, todo un sucedo a lo largo de su vida, que se esfumó en Padua en 1979.  Peggy era toda una socialité de la época, amante y protectora de las artes, una empresaria construyendo uno de los recintos artísticos más bellos y caros del mundo. Una mujer que era éso, una mujer enamorada del amor.  Su vida estuvo llena de galanes y de amores efimeros.

Una belleza muy de su tiempo, en cuyo honor Chanell preparó un perfume, lo que la convirtió en la poseedora del primer perfume realizado por un diseñador.

Con el tiempo el sueño de Peggy de llevar el arte que amaba, a todo lugar, se ha ido realizando.  Ya no hay solo un Guggenheim para los neoyorkinos, el museo también existe en Bilbao, España; Guadalajara, México; Venecia, Italia; Berlin, Alemania; Las Vegas, Nevada; el Hermitage, Inglaterra y Abhu Dhabi.

Mucho ha pasado desde que Peggy volvió a América con sus pinturas, y aún igual se puede sentir en sus museos la presencia de una mujer, que cumplió su sueño e hizo posible para muchos, la fascinante presencia de los pintores más grandes del Siglo XX.

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