Gabrielle D’Estrées era una joven hermosa y enamorada de un joven militar, cuando Enrique IV, el rey de Francia se enamoró de ella. Les separaban 20 años de edad y el hecho de que ella amaba a otro. Gabrielle era hija de una familia de mala reputación, sus antepasadas habían sido concubinas o amantes de importantes hombres de Francia y ésa era la fama que la chica había heredado.
Aún así, por ambición o resignación paso a ser la amante oficial del rey. La relación dio tres hijos que el reconoció como suyos y afianzo la a Gabrielle en la corte. Con el paso del tiempo su ambición era, conservar no sólo la simpatia del rey sino ser Reyna de Francia, algo ináudito debido a su origen y a su calidad de amante real.
Pero el rey no sólo era el soberano francés sino estaba casado, la tarea no era fácil y aún asi Gabrielle insistió, cerca de 10 años de relación le habían ayudado a convertirse en alguien, ella lo suponía así, importante para Enrique IV que a su vez, le halagaba y manifestaba públicamente su amor.
Margot su esposa decidió dejarle libre, y Gabrielle reclamó entonces para sí el lugar que suponía le correspondia. Enrique IV accedió, la amaba? no se sabe, o solo queria tranquilizarla? al final, luego del escándalo y la indignación de todo mundo, una mujer que venía de tan mala simiente no podía ser la reina de los franceses. Y aún con éso, Enrique insistió y el matrimonio que hubiera traido sin duda problemas grandes a la monarquía se vio frustrado, por la muerte por eclampsia de Gabrielle que estaba embarazada de su cuarto hijo.
No alcanzo su sueño de convertirse en reyna y Enrique pronto la olvidó. Una historia de amor? de ambición? de lujuria de uno de los reyes más «enamorados» de la historia francesa? quizá tenia de todo un poco.