Exclavitud moderna

La llamada «profesión más antigua del mundo» no es más que una forma de exclavitud, la necesidad orilla a millares de mujeres a ejercer la prostitución en muchos países subdesarrollados y aún en las sociedades de las economías más ricas  del mundo.  Aunque los factores que permiten este triste cuadro no se han podido erradicar en miles de años, los organismos internacionales luchan para contrarestar el aumento de la prostitución, ya que con ella el SIDA se mantiene en índices altísimos.

La prostitución es tema de constante atención, recientemente el gobierno de Camboya para tratar de evitar que siga creciendo la cifra de enfermos de sida, ha emitido una ley que pone a las «trabajadoras del sexo» en un lugar más  vulnerable a los abusos a que son sometidas.  Pero lo más doloroso para aquellas ha sido, que la ley permite redadas policiales y que los organismos de seguridad, lejos de cumplir con su deber de proteger a los ciudadanos, sea quien sea; ha aprovechado para cometer las más vergonzantes infamias contras las prostitutas camboyanas.

Relatos terribles de aquellas que habiendo sido detenidas,  han sido violadas sistemáticamente no por uno ni dos, sino por más de media docena de «honrados policias» no puede más que indignarnos y nos indigna aún más que agregado a su abuso de poder,  han incurrido en una irresponsabilidad que nos indigna aún más, han violado meretrices aún a sabiendas que  están infectadas de Sida.

Ante todo ésto, que ocurre no solo en Camboya sino en todas partes del mundo, no podemos más que sentirnos dolidas en nuestra sensibilidad, ya que vamos viendo cuan poco aprecio se tiene de la mujer…porque siendo justos el que sea una trabajadora del sexo, no autoriza a nadie para someterlas  a los vejámenes en que las someten, torturas físicas, daño psicológico, humillaciones, encarcelamiento y demás.  Nuestra conciencia nos llama a acuerpar a las organizaciones que exigen un cambio en estas formas de exclavitud y abuso femenino.

 

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