Cristóbal Balenciaga, caballero de la moda

BalenciagaEl difícil mundo de la moda ha cambiado con el tiempo, los grandes diseñadores van hoy por las exhibiciones que atraen a todo el mundo, la publicidad está al servicio de las grandes casas de moda, y la moda es hoy, un mundo competitivo y lleno de innovadores.

Nadie quita la gran creatividad de los diseñadores actuales, zapatos ensoñadores por los que tu y yo suspiramos, diseños cada vez más complicados que construyen una forma de mujer diferente cada temporada.  La moda está cambiando todo el tiempo.

Pero la moda al final resulta un eterno devenir entre lo que ya se llevo en algún momento, por eso los diseñadores de antaño son de tanta inspiración para los reyes de la aguja de la actualidad.

Si debemos reconocer un hombre que legó una visión  diferente al mundo de la moda, ese sería indiscutiblemente Cristóbal Balenciaga, el que era de verdad como ha dicho Chanel un verdadero «costurero», imaginaba sus diseños, los plasmaba, los cortaba, los cocía y los mejoraba a cada tijerazo.

Tenía un sentido del gusto natural, nacido en una familia de escasos recursos, el bilbaino pronto entendió que la moda era su sueño y tras el se dispuso ir.  A los trece años ya demostraba sus grandes dotes, confeccionando con un pequeño pedazo de tela un vestido para la Marquesa Casatorres, su futura mecenas.

Balenciaga era un enamorado de la moda, y un perfeccionista total, un talento innovador en una época en el que el concepto de alta costura no existía.   Entre sus clientes, la familia real española y las grandes luminarias del cine; todas vestian con Balenciaga, trajes perfectos a los que el gran modisto nunca tenía que hacerle ajustes. Su sentido de la moda era tan perfecto que no había desfiles, ni citas para medidas, un vestido Balenciaga era suficiente, el buen gusto del diseñador imperaba en todas sus prendas.

Exiliado de España, estableció una tienda en la vanguardista Paris.  Pronto su nombre habría de estar en todos lados, en América ya se conocían y se llevaban sus diseños en las grandes fiestas de la elite norteamericana.  Y a pesar de su rotundo éxito y fama, Balenciaga era un hombre reservado, no gustaba de las grandes fiestas tan usuales entre los diseñadores y no se veía posando con modelos en los tabloides.

Aquel chico de Guetaria, España nacido en 1895,  murió en Valencia en 1972.   Dejaba trás de sí un sello indiscutible del mejor gusto en el vestir, y el arte de la alta costura.   Algunos que trabajaron con el gran maestro, habrían de llegar a ser con el tiempo, los grandes de la moda del nuevo siglo, Ungaro y Givenchy.

[youtube]http://youtube.com/watch?v=W-8zPO7uHdc[/youtube]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *