Complejo, término que Carl Jung creó, define una psicología particular de alguna persona. Con el desarrollo de la psicología los complejos fueron develándose, y algunos fueron llamados con nombres desde personajes de la mitología hasta de la literatura infantil.
El complejo de pulgarcita, se da entre los niños, ya sean chicas o chicos, más pequeños, el último, el menor de una familia numerosa, en aquel núcleo familiar enorme ante los ojos de un pequeño, las cosas van desarrollándose casi siempre alrededor de los mayores, y el pequeño se siente relegado o en segundo plano.
Esta sensación de ser relegado o no aceptado, de no pertenencia a un entorno lleno de infantes que son mayores, supone un estímulo para su empuje, y por ello, muchos de aquellos niños que crecen con familias de muchos hermanos, esos pequeñitos que se quedan con la ropa de los mayores, que reciben los juguetes gastados, que tienen que obedecer a los otros, y que van por ahí corriendo tras el resto de la prole, sobresalen con más ahinco en la vida, y tienden a exigirse constantemente hasta convertirse a la larga en los más triunfadores de la familia.
