Publicidad que discrimina, incitación a la violencia de género

renoirHace algún tiempo me referí a una campaña publicitaria en Sudamérica, que buscaba como medio para que sus compradores de un desodorante masculino, compitieran en un juego virtual, ambientado en tiempos prehistóricos y en donde se golpeaba a las mujeres en el mismo.  La indignación general pretendió ser acallada con los responsables de la campaña, con el pretexto que era «solo un juego virtual» como si tales no implicaran un riesgo en la percepción que los jugadores o cualquiera, de que las mujeres son, para ser golpeadas.  Aquella campaña gracias a la valentia de muchas mujeres y aún hombres que entendieron lo discriminador y la incitación a violencia contra las mujeres, que podía provocar aquella publicidad, fue vetada.

Hoy me encuentro con más anuncios de publicidad y protestas por parte de los conglomerados femeninos.  Una reconocida marca de automóviles de Alemania, ha retirado su concesión a una distribuidora en Brazil, por utilizar una campaña, en que nuevamente discriminaban a la mujer, ya que en dicha campaña sobre un servicio de reparación que brindaban a sus automóviles, exhibian el rostro de una mujer golpeada, comparandola con el coche y con el mensaje «ven a que te reparemos».  Aunque el concesionario hizo oidos sordos a las protestas, y como siempre sucede, los publicistas tacharon de feministas ígnorantes a quienes hicieron eco del malestar público con tal publicidad, las quejas llegadas a la matriz, demostró que al menos en algunos lugares, si son «avanzados» retiraron la campaña y su marca al concesionario.

Pero ante todo esto, una no puede dejar de preocuparse, que algo con tanta influencia en la vida diaria, como son los medios de información, sujetos claro, a una publicidad desbordante, que a veces de verdad como en estos casos, actúa con una liberalidad que no mide, el daño que causa al incitar a estereotipos que provocan feminicidios y la violencia a la mujer, de la que dan cuenta esos mismos medios diariamente en todo el mundo.

Es imperativo que la sociedad entera, a nivel mundial, se comprometa a erradicar estas prácticas y que los publicistas como cualquier  otro, se atengan a una conducta que no discrimine ni incite a la violencia. Que estas actitudes deben ser consideradas en las legislaciones vigentes, y que el castigo de la ley se aplique debidamente. No es posible que las grandes firmas publicitarias, se consideren por encima de la ley, y que se piensen que pueden, en aras de vender más, o llegar a más clientes, utilizar el género femenino como una forma de publicidad, y para nada una publicidad buena, sino enteramente nociva.

Si el machismo ancestral de nuestras sociedades, ha costado ya bastantes vidas y discriminación para generaciones de mujeres, de verdad que para nada se necesitan formas que promuevan las actitudes de discriminación y exclusión, así como maltrato de la mujer que tanto dolor causan diariamente a millones de ellas.

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