Sandra Cantú tenia 8 años, una pequeña niña escolar, que vivía en un predio de casas rodantes en California, hija de mexicanos, se relacionada con otra niña del lugar, una pequeña de 5 años, cuya madre, Melissa Huckaby de 28 años, maestra de catecismo, le invitaba constantemente, a jugar con su hija en su casa.
Sandra la encantadora niña en la imágen, desapareció cuando un día fue allá a jugar, su cuerpo apareció días después, luego que vecinos y voluntarios rastrearan toda la localidad en su búsqueda. En un maletero su pequeño cuerpo, había sido secuestrada, violada con un objeto extraño, torturada y asesinada, por Huckhaby que enfrenta ahora, la pena de muerte.
Ante esto una se siente aterrorizada, entristecida por la muerte de una pequeña niña a manos de una depravada mujer, que ináudito! tiene una hija de casi la misma edad que su victima, y que es para colmo, maestra de catecismo! vaya Dios! todo parece apuntar a que la madre de la pequeña Sandra, se ha confiado en esos detalles, para permitir que aquella pequeña, fuera a la casa de su victimaria, en busca de juegos y movida por su inocencia.
Hoy, el caso sigue su curso, pero por mucho castigo que se le pueda dar a la abusadora y asesinada de la pequeña Sandra, eso no repara el daño causado. No se puede recuperar la vida de la pequeña, no se puede borrar del pensamiento colectivo los detalles escabrosos de los actos lascivos y el abuso cometido con la pequeña, por esta, que los abogados adelantan esta a punto de recibir, aunque suene duro, una merecida pena de muerte.
Debemos estar atentas, lo he dicho en otros post, como madres, en la protección de nuestros hijos. No importa si son niños o niñas, igual aquellos que ellas, corren riesgos, con tanto depedrador sexual suelto por las calles. No hay que bajar la guardia, a veces se pudiera pensar que podemos respirar tranquilas, cuando los chicos se convierten en adolescentes, eso si que no! a diario dan cuenta los noticiarios de tristes tragedias a las que pueden ser conducidos los jóvenes, con tanta maldad imperante en el mundo.
Y los adultos? los tiempos cargados de violencia poca seguridad dan a nadie ya. Debemos proteger a nuestros niños de los ataques de estos, asesinos, violadores, abusadores…no nos confiemos ante una mujer o un hombre que nos parezcan lo más normal del mundo, ya vamos viendo que muchos así, guardan perversiones ocultas. Y aunque ya les digo, que nuestros hijos están destinados a disfrutar de sus vidas, no debemos confiarnos a sus decisiones, debemos estar alertas y pensarnos que nuestra tarea nunca acaba y que en un momento se arruinan muchas vidas.
Sin querer sonarles pesimista, igual que hay buenos elementos en nuestras sociedades, honrados vecinos y honorables ciudadanos, el mundo triste es decirlo, está lleno de personas que a veces cuesta darles ese nombre. Alerta! que la confianza no nos permita exponer a nuestros hijos, evitemos que las tragedias como la de la pequeña Sandra, se sigan repitiendo.
