Hasta en las mejores familias, Marieta y su familia perfecta.

rocio durcal

A tres años de la muerte, de una de las más grandes cantantes de España y el mundo, Rocío Durcal, aquella familia de ensueño que con esfuerzo y amor construyó, se dejo pronto desmoronar ante los ojos morbosos del público.   Con todos los ingredientes de un culebrón televisivo, la familia Morales, se puso en el ojo público y no con la elegancia que durante tanto tiempo demostró la señora Durcal, gran talento del escenario, mujer querida por todos, gran dama  que manejó su carrera de muchos años, con gran clase.

A la muerte de Rocío, luego de su lucha infructuosa contra el cáncer, Junior se vio enfrentado a la soledad y la desesperación.  Sus quejas? los hijos no le dieron el apoyo que necesitaba, en los momentos en que perdía a su querida Marieta, y se fue adentrando en el alcoholismo.  Cuya recuperación hubo de enfrentar por él mismo, sin nuevamente el apoyo de sus vástagos.  Todo parecía que volvería a la calma, y el dolor daría paso a la resignación, quizá todos volverían a retomar aquella familia, que durante tantos años y en tantos tabloides, nos regalaban sus imágenes de alegría y cariño.  Junior acompañó a su recuperación, unas memorias, que fueron la gota que colmó el vaso para sus hijos mayores, que la desaprobaron totalmente y que emprendieron además, un juicio a su padre para obligarlo a repartir la herencia de su madre.

junior morales

Aquellas memorias, dieron pie a un escándalo, el pleito de los hijos con el padre, que sorprendía a todos, aquellos chicos que crecidos frente a los flashes de las cámaras y al lado siempre de sus padres en amorosas poses, no querían saber nada de las memorias y solo querían obtener su parte del legado de su madre.  Nada nuevo y una constante en cualquier familia.  Y como si por ellos mismos, la familia Morales no tuviera ya bastante problemas, algunos más terciaron en el asunto.  El mexicano Enrique Guzmán, compañero de algún filme de Rocío Durcal en principios de su carrera, sugería infidelidades de parte de ella, Junior reconocía en sus memorias que le había sido infiel, cuando jóvenes, él triunfaba como actor en su natal Filipinas y ella estaba actuando en España.

A las demandas de los hijos mayores, no ha participado la menor, una guapa y talentosa como su madre Shayla, que radicada en México donde se ha casado, no ha querido participar del embrollo.  Y los problemas se han sucedido, Carmen y  Antonio los hijos, han impedido que Junior siga tratándose con sus nietos, en un, qué podemos decir, intento de aislarlo de la familia.   Carmen ha roto su noviazgo, por haber su pareja comentado el asunto en los medios. Y han sido sus anteriores parejas los padres de sus hijos, los que han permitido a Junior tener algún contacto con sus queridos nietos, que no han vuelto a la casa solariega en que tantas veces, la familia Morales pasó días de alegría.

Aún los medios han añadido más, que si Juan Gabriel, el cantante mexicano, que en alguna época unió su talento a Rocío, y el que se consideró mucho tiempo el artífice de la gran carrera que Rocío desplegó en tierras americanas, habría tenido algún tipo de relación con Junior y que eso había sido el detonante del rompimiento del cantautor con Rocío que terminó con él, toda relación profesional y de amistad.

shayla durcal

La guerra emprendida por los hijos mayores, y el alejamiento que Junior ha tenido con sus nietos, a los que como cualquier abuelo quiere mucho, han estado en los medios desde hace meses, que ya algunos critican la imágen que proyectaban antes de la muerte de su querida madre y esposa, que eran felices y se llevaban bien.  Ahora se rumora que desde mucho tiempo antes, la relación de Carmen y su hermano Antonio con su padre era casi nula, que las peleas abundaban en la, para el público, tierna casa de Torrelodones y que las cosas solo se calmaron, por algún tiempo, durante la enfermedad de la diva, que hasta el último momento luchó por sobrellevar el cáncer y aún vencerlo contra todo prónostico.

Carmen la hija mayor estuvo a su lado en todo momento, para cuidar de ella junto con su padre, a su madre en aquellos tristes días.  Hoy Carmen ha retomado su carrera, Shayla se ha casado, y Antonio sigue su vida.  Los hijos mayores fueron desde niños muy unidos, y aún formaron durante algún tiempo aquel infantil duo de la «Sopa de Amor» que llenaba de orgullo a su madre.  La relación con la chica menor, la preciosa Shayla, con los hermanos mayores es desconocida.  

Nadie ignora que cuando Shayla estaba por casarse, Junior hubo de insistir en que Carmen, que decía no poder acudir por compromisos de trabajo, fuera y acompañara a su hermana en el importante día de su boda, cuando no tenía ya a su madre para estar con ella.  Y ahora ha sido Shayla la que no ha participado de la demanda, contra su padre, del que dicen se siente muy unida, al ser la hija menor de la familia.

Fuera o no real aquella imágen de la familia Morales de las Heras, que el público observó durante años, y en vida de la dulce Marieta, tenía y en esto no debemos sorprendernos como en todas las familias, problemas y desencuentros.  Hay algo que debe reconocersele a la cantante, nacida María de los Angeles de las Heras, quien desde aquel día de 1969, cuando luego de 9 meses de relación, se casó con Junior (nacido Antonio Morales, en Filipinas y de ascendencia española) se esmeró en construir la familia que quería, se dedicó con ahinco a su carrera y aún durante algún tiempo se retiró del medio para participar de la crianza de sus tres hijos, Carmen nacida en 1970, Antonio en 1974 y Shayla en 1979.  Y que fue hasta el final de su vida, como ella tantas veces dijo en entrevistas, la feliz esposa de Junior.

Quizá el mayor problema de la familia Morales, es estar en el escrutinio público, el que la gente siempre se piense que son personas fuera de lo común y les sorprendan que enfrenten problemas cotidianos que a todos ocurren, y que por eso mismo les hagan motivo de curiosidad y juicios.  Rocío Durcal  vive en la memoria del público que la idolatraba, y en esa familia que  pese a sus desencuentos, tienen el común denominador de que  también la amaban. Ojalá ellos puedan sobrepasar estas malas rachas y convertirse en la familia a la que Rocío amaba y se dedicó.

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