Brigitte Bardot la actriz francesa que fuera el mayor mito sexual de los 50 y 60, se ha dedicado desde 1974 luego de retirarse del cine, al activismo en pro de la preservación de los animales.
Protagonista de varios filmes, que suponen hoy todo un hito del cine francés, la rutilante estrella que se encontraba en el apogeo de su carrera, decidió entonces utilizar su imágen para llamar la atención sobre la lucha por la conservación de la fauna. Tarea loable a la que sigue entregada luego de varias décadas.
Su lucha le ha hecho sufrir amenazas de muerte y prisión. Ha abogado por la preservación de los tiburones y por los animales sacrificados en las pruebas de laboratorio. Su causa le ha hecho trabajar en pro de obtener fondos para el rescate de los animales abandonados y recién ha inaugurado en París, una clínica veterinaria móvil administrada por su fundación.
El mes pasado ha celebrado sus 30 años entregada a su labor en pro de la fauna, con un premio que ha recibido en Viena para reconocer la lucha férrea de una de las más grandes estrellas del celuloide, en favor de los animales.